Café Descafeinado: Cómo se hace

Café descafeinado, así se obtiene

Quienes aman el café pero no pueden o prefieren no tomar cafeína, a menudo renuncian a este placer debido a algunas creencias erróneas sobre el café descafeinado. Conoce cómo se obtiene

Hoy en día, los controles sobre el proceso de descafeinado son rigurosos. Las empresas productoras de café están cada vez más especializadas y el café descafeinado ahora es casi idéntico al café tradicional (con cafeína).

Cómo se hace el café descafeinado

El proceso consiste en la eliminar en su mayoría la cafeína de los granos cuando aún están verdes, y por tanto antes de su tostado. Sin embargo; todavía queda un porcentaje de cafeína dentro del grano, que sin embargo es muy cercano al 0.1 % (la cantidad estándar de un grano de café es del 1.2 % al 2.4 %).

Para obtener granos de café libres de cafeína, la cadena de producción interviene sobre el grano aún verde tratándolo con solventes para eliminar la cafeína del interior. Específicamente, los granos pasan por estas cuatro etapas principales del proceso de descafeinado.

Inflación

Los granos de café se bañan con agua y vapor, para «hincharlos» y facilitar la extracción de la cafeína.

Extracción

Durante esta fase las habas pasan al disolvente, por lo que se elimina casi toda la cafeína de su interior.

Eliminación del disolvente

En este punto, los granos se enjuagan, para eliminar todo rastro de solvente. Este último se recupera para ser reutilizado.

El secado

La fase de descafeinado real ha terminado. Solo queda secar los granos, porque la humedad estropearía el producto. Luego, el café será tostado y molido, como suele ser el caso con los granos sin tratar.

Los granos así tratados pasan a la fase final de análisis, durante la cual los controles son rigurosos. Esto en primer lugar para garantizar que la cafeína haya desaparecido, respetando el umbral mínimo del 97% exigido por la legislación vigente. Además, también se verifica que el nivel de solvente residual respeta los límites impuestos por la ley para la protección de la salud del consumidor.

Disolventes utilizados

Pero, ¿cuáles son los tipos de disolventes más utilizados durante un proceso normal de descafeinado?

Existen varias sustancias extractivas que permiten realizar correctamente esta operación, aunque no todas con los mismos costes o tiempos.

Los principales son:

  • Agua _ Ciertamente el más natural de los solventes, pero no es selectivo. De hecho, además de la cafeína, también elimina parte de las propiedades organolépticas de los granos de café
  • Acetato de etilo . Este es también un solvente natural, que se encuentra en la fruta. Desafortunadamente, tiene un olor fuerte y, entre otras cosas, también es muy inflamable. Por estas razones, se prefiere utilizar otros tipos de disolventes;
  • Dióxido de carbono La extracción de cafeína se produce mediante la exposición a dióxido de carbono líquido o supercrítico. Procedemos poniendo las habas a altas temperaturas y sometiéndolas a presión. Suele ser un método utilizado para grandes cantidades, porque el procedimiento es largo y costoso y los costes no se amortizarían en pequeñas cantidades;
  • Diclorometano  Es altamente selectivo y por ello consigue eliminar únicamente la cafeína, dejando intactas las cualidades organolépticas del café, que sigue siendo muy aromático.
Maquinaria industrial para descafeinado

¿El café descafeinado es malo para ti?

Muchas personas renuncian al placer de un buen café pensando que el proceso de descafeinado del café es malo para la salud debido a los tratamientos a los que se somete para perder cafeína.

En este sentido, antes que nada, debe recordarse que el proceso se lleva a cabo sobre el grano húmedo: durante la fase de secado, cualquier residuo de solvente se evapora. En segundo lugar, hoy en día hay mucho esfuerzo para el proceso de extracción de dióxido de carbono, dejando de lado cada vez más aquellos con productos químicos potencialmente cancerígenos .

El único aspecto a tener en cuenta, si eres especialmente sensible, es que incluso el café descafeinado, manteniendo un porcentaje mínimo de cafeína, no es recomendable para quienes padecen reflujo, gastritis o quienes son intolerantes a este alcaloide .

Aparte de estas excepciones, podemos concluir diciendo que el café descafeinado es una excelente alternativa al café tradicional para aquellos que deben evitar la cafeína. Y la experiencia sensorial es muy satisfactoria , teniendo en cuenta que por ahora las diferencias de perfume y aroma entre «decaf» y «normal» son casi nulas.

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