Cómo reconocer un buen café en 5 pasos
café
Al igual que con el vino, reconocer un buen café es un proceso bastante complejo, que se desarrolla a través de 5 acciones principales consecuentes , y que te permitirán comprender si lo que tienes frente a ti es una taza humeante de alta o baja calidad.
Para ayudar a todos aquellos que se acercan a este mundo a tener un poco más de conciencia, he resumido a continuación, paso a paso, qué significa catar un café y cómo distinguir uno bueno de uno malo.
Paso 1: Vista
Comencemos con la observación del café. A diferencia del vino, que se sirve en una copa transparente, el café se sirve en una taza que no permite observar el fondo. Así que, salvo que se sirva en un recipiente de cristal, lo único que podrás admirar es la crema en la superficie.
Generalmente un buen café se caracteriza por una textura homogénea y fina de la crema, que también se puede apreciar utilizando una cucharilla.
Paso 2: Olfato
Una vez que hayas observado el café, es hora de evaluar su bondad mediante el uso del sentido del olfato. La gama de perfumes que puedes tener frente a ti es prácticamente infinita, considerando que dependerá de la mezcla utilizada.
Para no perderte en el laberinto de matices, lo primero que debes evaluar es el aspecto “cuantitativo”, así de amplio y persistente es el aroma del café .
Posteriormente, se puede proceder al análisis del aspecto “cualitativo”, así de numerosos y complejos son los matices que se pueden percibir, como tostado, caramelo, tabaco, cítricos, flores, chocolate, vainilla y madera.
Aclaremos de inmediato: reconocer los matices no es algo al alcance de los novatos en el sector, pero mi invitación es a empezar cuanto antes a acercarse a los aspectos olfativos del café. Con un poco de entrenamiento y, quizás, con la ayuda de un experto, seguro que puedes obtener buenos resultados en un tiempo razonable.
Paso 3: Tacto
Llegamos entonces al tercer paso de la degustación correcta que le permitirá reconocer un buen café de un mal café.
Aunque pueda parecer el sentido menos útil en esta coyuntura, en realidad la percepción del café entre la lengua y el paladar es muy útil, comenzando por la sensación de calor que podrías obtener de él, para luego pasar a la más o menos agradable sensación en el paladar.
Ten en cuenta que la temperatura del café espresso debe rondar los 88 °C durante la fase de extracción, con una tolerancia de unos 2 °C, mientras que en la taza el líquido de degustación debe estar a 67 °C, con el mismo margen de tolerancia.
Paso 4: Sabor
Luego llegamos al gusto. El primer sorbo de café te permitirá estimular tus papilas gustativas, que reaccionarán en función de su posición en la lengua. El sabor dulce estimulará los de la punta, la acidez los laterales, el salado la parte central, el amargo el final.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el café espresso ciertamente no es salado, será necesario centrarse en los otros sabores, teniendo en cuenta que la nota amarga presumiblemente será dominante.
Un buen café es generalmente un café equilibrado, donde lo dulce, lo ácido y lo amargo no contrastan entre sí , sino que juegan un papel sinérgico para poder potenciar la bondad de la bebida.
Paso 5: Regusto
Finalmente, llegamos al regusto, o lo que queda en la boca después de haber tragado el sorbo de café. Es una percepción que nada tiene que ver con el gusto, y que también afecta a los demás sentidos.
Además, en esta fase se percibirán los mayores olores , amplificando así la percepción gustativa.
La sensación que se debe tener en esta fase debe ser la de una agradable redondez, con notas equilibradas hasta el final.
¡Ten un buen gusto!
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